viernes, 17 de diciembre de 2010

67 años..., ¿Por qué?

Estamos viviendo momentos difíciles, tanto a nivel económico, como ideológico y de valores, pero hay algunos temas que deben ser tratados desde la seriedad y muy meditados antes de tomar decisiones.

Vaya por delante una primera aclaración, para que este escrito no sea tachado de crítica, sino más bien de una reflexión, bajo mi humilde opinión personal.

Aclarar, que entiendo que partimos de una situación difícil y agravada por algunas circunstancias para España; que tengo claro que los ideales y valores socialistas (o socialdemócratas) y sus representantes siempre han sido y son los primeros defensores de un sistema de pensiones y que luchan por el bien común y la colectividad; que entiendo que las presiones internacionales y más concretamente Europeas, exigen tomar decisiones difíciles para los ciudadanos; y que creo que algunas medidas y decisiones tienen que tomarse con valentía, porque aunque representen un posible perjuicio en el presente, puede ser un beneficio para el futuro.

Pues bien, aclarado mi planteamiento, creo que hay pensar dos veces en si algunas medidas son estrictamente necesarias para dar soluciones a todo lo planteado. Y sí, me refiero a la posible propuesta de aumentar a 67 años la edad de jubilación.

Tengo claro que es un tema que debe debatirse y tratarse en el sitio que le toca, que es el Pacto de Toledo, pero está bien que todos aportemos nuestro pequeño grano de arena, ya que el futuro lo construimos entre todos.

Por lo tanto, pienso que es posible que el sistema de pensiones necesite una revisión ya que, aunque hemos podido disfrutar durante un tiempo de medidas encaminadas a favorecer la natalidad, la realidad es, que el continente Europeo, en concreto España y así también Cataluña, tiene una tendencia al envejecimiento de su población, generándose una pirámide invertida, en la que la parte más grande se sitúa arriba con la población más envejecida y la cúspide abajo con los nacimientos; a lo que podemos añadir el aumento de la esperanza de vida.

Dicho esto creo, por tanto, que seguro que es necesario presentar medidas que ayuden a que nuestro sistema de pensiones (que hoy tiene superávit), pueda permanecer en el tiempo y pueda seguir siendo uno de los pilares del estado del bienestar en el futuro, pero, la medida de aumentar a 67 años la edad de jubilación ¿ es la mejor?.

Ya sé que forma parte de todo un paquete de medidas y que no es la única, pero bajo mi punto de vista, entre todas, no parece la buena.

Pienso que, desde la responsabilidad, todos tenemos que decir que pensamos de una medida como esta y en mi caso, no la veo coherente.

Creo que el gobierno de España, que hace un buen trabajo por la cohesión social, tiene que recapacitar en esta medida, más aun, cuando todo el resto del Parlamento, sindicatos y gran parte de la población, considera que es una medida injusta. No me gustaría pensar que esta situación me recuerde a otros momentos, no muy lejanos de nuestra historia, en que se tomaban decisiones teniendo en contra al resto de parlamentarios y a gran parte de la ciudadanía.

En conclusión, creo en la capacidad de responsabilidad de este gobierno y en la capacidad de debate del parlamento, para que entre todos se llegue a un acuerdo y se haga una reforma que favorezca al sistema (que quiere decir al futuro de las pensiones para los ciudadanos), pero siempre desde los derechos sociales adquiridos y desde los valores que representan a quienes nos gobiernan, que son en gran parte, los de muchos ciudadanos que le han dado su confianza.

2 comentarios:

Julia dijo...

El problema es que se plantean recortes de los derechos sociales que no solo son injustos, sino que además son desesperanzadores porque nos envian el mensaje de que vamos a ir a peor. ¿No sería mucho mejor que los cuatro millones de parados pudieran trabajar y así cotizar a la Seguridad Social, y que se vigilara con más seriedad la economía sumergida para que también cotizaran a la Seguridad Social todos los que burlan la legalidad, e incluso que se persiguiera con más contundencia a los empresarios que defraudan a la Seguridad Social y a las grandes fortunas de las familias bienestantes que se llevan sus ganancias a los paraísos fiscales en lugar de pagar aquí a Hacienda sus deuda? En fin, no sé, solo son algunos ejemplos de otras opciones por las que podrían inclinarnos, máxime cuando se supone que somos socialistas.

Ramón Carrión dijo...

gràcies Julia pel teu comentari.
Esic d'acord amb tú. Crec que com a socialistes li hem de mostrar i demostrar a la gent, que tenim uns valors i principis que estan per sobre de tot i que, inclús en situacions difícils, no els perdem de vista per proposar solucions i per fer les nostres polítiques.

Penso que el tsunami de la dreta només ho podrem frenar, si realment ens presentem com a lternativa a resoldre els problemes des del punt de vista de la justicia social i posant el fre i les polítiques dures, cap als que sí han provocat la crisis i continuan treient rèdits de la situació.

Si no podem mostrar-nos així, per a mi,els partits socialists, socialdemòcrates o similars, estem venuts